viernes, 17 de enero de 2014

El comercio local sin alternativas




Cada día nos lo cuentan porque cada día cada uno de nosotros compramos en alguna tienda. Cuando compramos el pan, la fruta, la carne, las chuches para los peques, o, cuando toca, un jersey o unos zapatos. Los autónomos están ahogados. El pequeño comerciante, el pequeño empresario, no puede pagar todo lo que tiene que pagar. Y menos ante la falta desesperante de crédito en un país en el que el rescate a la banca para salir de la crisis ha sido el mantra continuo y argumento para desangrar al resto de la sociedad. Tenemos a la banca rescatada y seguimos en medio de la sequía de crédito mientras se mantiene la presión fiscal en dirección equivocada señores. Equivocada si pensamos en el interés general. Ayer una diseñadora referencia en la ciudad, Chicha Solla, cedió su tienda para que ese lamento que todos escuchamos y queda en la queja individual se convirtiera en titular. Estamos hablando de buena parte de la gente que está sosteniendo este país y que no puede ser toda ella empleada en un centro comercial. En un calle que lo fue todo en el comercio de A Coruña, San Andrés, que sigue deteriorándose sin alternativa. A este paso cuando lleguen las conclusiones de Coruña futura no quedará mucho que rescatar.

Como telón de fondo la historia y la necesidad de modernización, pero ahí la responsabilidad de los poderes públicos es fundamental. No puede mantener esa presión fiscal enorme al autónomo ni el abandono de zonas como San Andrés. Así era A Coruña, no sabemos cómo será en el futuro. El resultado será responsabilidad de todos.


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